Sam Deloria, Esq. Sioux Attorney at Law Director, American Indian Law Center Albuquerque, New Mexico Definición de indígena Mi experiencia con esto data de veintiséis años atrás, incluyendo la ayuda en la formación del Consejo Mundial de Pueblos Indígenas (World Council of Indigenous Peoples). Iniciamos el Consejo Mundial de Pueblos Indígenas para tratar de formar algún tipo de organización internacional. Una de las cosas que aprendimos fue que el concepto de pueblo indígena es mucho más fácil de entender y aplicar cuando estás en una situación en la que te encuentras con una historia colonial bastante reciente o una historia bastante distintiva de invasión o subyugación o una donde los indígenas han mantenido una existencia aislada de una sociedad mayor. Muchas otras cosas que sobresalen encontramos interesantes. La gente asume por principio que los pueblos indígenas tendrían una gran solidaridad con los países en desarrollo--llamados países del tercer mundo. Por supuesto que descubrimos que los países del tercer mundo no sólo tienen muy poco en común con los indígenas, sino que tienden a ser los enemigos de los pueblos indígenas dentro de esos países. En la mayor parte del mundo el concepto de pueblos indígenas suele estar muy politizado--el Medio Oriente, Africa, Asia, Japón, Irlanda del Norte, [etcétera]. Tan pronto vimos la situación de los pueblos indígenas alrededor del mundo, encontramos que había pocos países que reconocen la existencia política de sus indígenas, principalmente Estados Unidos y Canadá, reconociendo a las autoridades tribales, y Nueva Zelanda, por tener una forma particular de participación maori en el gobierno. Encontramos que el otro modelo eran los gobiernos que consideran a sus indígenas como clases sociales, pero rehusan tratar esto políticamente. Por lo tanto, la respuesta podría ser, "No tenemos ningún indígena, todos somos salvadoreños,"--o el país de que se trate--"no hacemos tales distinciones," lo cual encontramos muy frustrante. Había también preocupación en algunos países de que si se reconocía a los indígenas políticamente plantearía una amenaza a la una unidad social. Así que gastamos una gran cantidad de tiempo tratando de determinar qué aspectos eran razonables y funcionales en una definición de derechos de los pueblos indígenas. Estereotipos económicos La tierra y la cultura fueron dos muy importantes elementos debido a la situación de la mayoría de los pueblos indígenas, pero incluso eso se complicó. Nos encontramos que estábamos confrontando expectativas estereotipadas, no sólo de la gente común, sino también por parte de nosotros. Por ejemplo, algunas de las personas que estaban participando en el movimiento asumían muy naturalmente, a causa de sus antecedentes políticos, que todos los pueblos indígenas tendrían economías comunales y que eso los confrontaba con las economías capitalistas. Aprendimos muy rápido que esa era una posición difícil de tomar por un par de razones. Una fue que el trato a los indígenas por las economías socialistas no era mejor que el trato que les daban las economías capitalistas--y en muchos casos era mucho peor. Por lo tanto, la idea de que los indígenas eran socialistas no era prosperaba. El otro aspecto era que, comenzando un movimiento indígena, eso significaba que nosotros estábamos tratando de liberar a la gente para que expresaran lo que su propia cultura era y seguir adondequiera que su cultura les condujera. Y no tenía mucho sentido señalarles quee tipo de economía tenían que tener para poder ser certificados como pueblos indígenas. Así que nos apartamos de esto. Haciendo un balance Revisamos los derechos culturales y encontramos que teníamos que mantener el equilibrio. Si simplemente asumíamos la posición de que los indígenas estaban en su derecho de preservar sus culturas, corríamos el riesgo de ponernos en una posición donde los indígenas podían rechazar cosas como la educación con la finalidad de preservar sus culturas. No podíamos ponernos en esa posición simplista estableciendo el interés cultural y jugando dentro de una posición que varios países podían estar esperando para suprimir a los pueblos indígenas. Por lo tanto, todo el tiempo nos encontramos tratando de articular un principio general, tuvimos que regresar hasta la posibilidad de estar operando bajo un cliché. Tuvimos que, por un lado, reconocer las preocupaciones de los pueblos indígenas acerca de lo que el desarrollo estaba haciendo al medio ambiente y la tierra que poseían o que reclamaban y, por el otro lado, no estar yendo demasiado lejos como para cortar el desarrollo que estaba dándose de cualquier forma o que era posible de hacer de una manera ambientalmente sana de la que ellos pudieran obtener algunos beneficios. Nosotros esperamos mantener nuestra cultura, pero no esperamos estar rechazando la educación, por lo tanto tenemos que imaginar una forma para tener un sistema educativo que sea sensible a las necesidades culturales de las comunidades indígenas. Esperamos preservar el medio ambiente--y en muchos casos esperamos preservar una forma de vida--el cual depende de nuestra relación con la tierra. Al mismo tiempo esperamos no ser completamente excluidos de los beneficios económicos que pueden venir del desarrollo. Así que esto trataba de romper los clichés acerca de los pueblos indígenas y convertirse en un programa que sintiéramos de alguna forma lógica y realista en términos de lo que pudiera pasar en el mundo en el futuro. Ginebra: ¿Problema o solución? Creo que uno de los grandes peligros en el desarrollo del concepto de derechos indígenas a través de los años--particularmente en términos de Ginebra--es que ha tendido a ser simplemente otra categoría que cubre víctimas y que ha sido tomada por la misma comunidad defensora de derechos humanos que convierte cualquier terrible situación en el mundo en tema y excusa para tener reuniones y dar recepciones. En vez de tener un sistema que se acomode al mundo y a la visión del mundo sobre los indígenas, ocurre lo contrario. Por lo tanto, se están enviando indígenas a Ginebra y mostrándolos como cuando Colón regresó con indios del Caribe después de su primer viaje. Si creen que mandando algún líder tribal desde el Amazonas, trayéndolo a Ginebra, comprándole una laptop, es la verdadera forma de tratar con los derechos indígenas, mientras el ejército mexicano mata a esa gente en Chiapas y la prensa está solamente interesada en esto de vez en cuando, están equivocados. Este es el tipo de cosas que me preocupa. La peculiar manera estadounidense de convertir los problemas sociales en parte del negocio de los espectáculos ha sido muy evidente en lo que ha pasado en Ginebra durante los últimos veinticinco años. Y que es justamente trivializar estos problemas. Esto está en peligro de volverse sólo otro grupo permanente de la ONU que esté dándole vueltas a través de estudios de caso, pero mientras tanto las posibilidades de usar el sistema internacional, genuinamente, para proteger los derechos y el interés de los pueblos indígenas probablemente se nos esté yendo de las manos. Indígena: Categoría de primer premio Una vez que el concepto de pueblos indígenas se volvió una categoría de premio en la comunidad internacional, empezó a haber toda clase de problemas de definición porque la gente estaba buscando estar dentro de esa categoría. Sería torpe no hacerlo porque esto podía darles cierto nivel de influencia en las leyes internacionales, en la opinión pública, en el Banco Mundial o sabe Dios por qué otra razón. Por lo tanto, alguien va a tener que sentarse en el sudeste asiático o en el medio oriente y determinar quién es indígena y que tan atrás tienes que ir para determinar quién es indígena. Una vez que resuelves la definición de quién entra en esta categoría, entonces, tienes que confrontar problemas tales como: si hay desarrollo, si los indígenas pueden pararlo por completo; o, si el proceso de decir "esta tierra es sagrada" o "esta tierra es nuestra" solamente es un truco en un proceso que busca que se conviertan en socios de la empresa desarrolladora en sí misma y adquieran beneficios económicos de esto. Aquellos de nosotros que pensamos que esto podía conllevar ciertos estereotipos del indígena como si fueran personas viviendo a las afueras, en el bosque, en un desarrollo habitacional burgués. Bueno, ¿qué pasa si esta gente tiene la oportunidad de hacer algún dinero y construir un desarrollo habitacional aburguesado? ¿Nos volveríamos contra ellos? Puedo decirte que la respuesta es que probablemente sí. Vamos a decir, "No creamos esta categoría y te pusimos en ella para que te pudieras volver como nosotros. Tienes la obligación de permanecer indígena. Tienes la obligación de no cambiar tu cultura." Así que hay toda una variedad de temas de este tipo que están implicados en la categoría de pueblos indígenas--uno de los cuales implica una suerte de contrato para permanecer culturalmente distinto y económicamente en desventaja a cambio de ser admitido en la categoría de pueblo indígena. Juzgando el comportamiento de las naciones Creo que una de las grandes oportunidades que la creación de una convención internacional o la articulación de un concepto de pueblos indígenas y sus derechos ofrece a los pueblos indígenas es la oportunidad de crear normas estandarizadas de cómo cada país puede ser juzgado. Estas normas estandarizadas van a ser efectivas independientemente de si son incluidas en un tratado o una convención internacional o no. La ausencia de estándares para el tratamiento de los pueblos indígenas significa que los países no se pueden comparar entre sí. El simple hecho de que en el futuro sea posible comparar el comportamiento de países tendrá inevitablemente el resultado de incrementar el comportamiento promedio y el desempeño. El problema será entonces, "¿Qué tan rápido y que tan lejos llegará este desempeño?" Esa es la pregunta de qué tan buenos somos estableciendo y manipulando el sistema, si los pueblos indígenas son buenos estableciendo y manteniendo la competencia entre los países para ver quién obtiene la medalla de oro por tratar a los indígenas mejor. Si, por otro lado, llevan a posiciones retóricas que son políticamente irreales, tales como "Queremos ser tratados completamente como una nación y no queremos formar parte de la nación en la que estamos." Este no es el momento adecuado para estar presentado esos argumentos porque se corre el riesgo de que te salga el tiro por la culata. Creo que la atención tiene que estar sobre los estándares para el comportamiento de los países en los que los pueblos indígenas están localizados. Tomando a los indios estadounidenses como un ejemplo, pudimos hacer todos los discursos que quisimos acerca de que esperábamos nuestra propia membrecía en las Naciones Unidas, pero, mientras tanto, la Suprema Corte de los Estados Unidos está arrebatando el poder real de los gobiernos tribales para gobernarse a sí mismos. En este contexto la retórica acerca de la membrecía a las Naciones Unidas no ayuda mucho.